viernes, 27 de julio de 2007

EN MI ALCOBA



Sola sentada en mi alcoba recordando tiempos que formaron memorias, trayendo a mi mente días de gloria, días que se esconden, días que dejaron sabores, momentos que valen la pena recordar y otros que simplemente se deben olvidar, pero fueron momentos que me dejaron probar lo amargo y lo dulce de la realidad, fueron mis momentos, mis momentos de jugar, hablar o callar, sonreír o llorar, sentir, valorar, momentos que marcan y ahora hablan, fueron momentos de gloria, una gloria experimentada.Sintiendo que debo caminar pero sin tropezar y de pronto me detengo a pensar, que el caminar sin tropezar es una situación que nunca va a pasar, camino, tropiezo, me levanto y sigo, así funciona en realidad, tomo tiempo comprenderlo pero entendí al final.Pido permiso al corazón para amar, mas el no me deja probar, me pide el libertad para soñar y le niego esa razón, pero no le importa y sigue sin condición, toda mi vida he sido esclava de su voluntad y será así en lo largo de mi andar, el tan solo me dirá a quien amar, y yo cederé a realizar su petición particular, pero amo sin pensar, danzo en la vida, canto para ella, vivo con alegría aunque a veces me invada la melancolíaEs una balanza que siempre hay que llevar, a veces hay tristeza en mí, pero también estoy contenta, ninguna pena dura una vida entera pues siempre de alguna manera reina la alegría, y me complazco de tenerla pues hace emotivo mis días.Soy amante del amor, amante de la vida, sueño cada día, me visto de niña para no sentir dolor y pesar, caigo me levanto camino y sigo, sigo rumbo al horizonte donde veo un tanto de colores, muchos sabores, encuentro la dicha, me tropiezo con el pesar pido permiso y camino sin voltear, soy una persona, una persona normal, no me canso de gritar, me encanta hablar, rió y no paro hasta llorar, es esa mi realidad, obvio el dolor, y consigo reírme en el amor.He recordado esos momentos, y me siento irradiar, pues fueron parte de un pasado el cual a pesar de sus malos ratos me enseñaron a madurar, y me regocijo en ellos, los tomo como algo que tan solo allí están, estancados en algún lugar que me llevaron a una hermosa realidad. Aun sigo en mi alcoba sentada en mi lecho, con un ardor en mi pecho y una sonrisa de agradecimiento, he vivido con esos recuerdos, he sabido llegar al final, no fueron impedimentos para quedarme estancada en aquel lugar, Salí adelante, pude caminar, en mis labios llevo aquel sabor. Amargo, pero dulce al saborear.Verónica acireale. 2006

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